Qué pies proyectarán mi camino.
Qué dedos
surcarán mis deseos.
Qué labios,
beberán los míos.
Aunque te
quedes quieto
y no
pronuncies palabra.
Aunque maldigas
el amor
y rebelde, eludas
el perdón
mis versados
intentos son tu cavilación
y mi
tristeza, lacra eterna en tu corazón.
Pero, porque
la realidad es solo una…
mi aroma,
está en cada doblez de tu casa
y mi éxtasis,
es cadencia en tus sábanas.
Y porque la
verdad es bella y elevada
los pájaros
míos vuelan en tu cielo y
mis estrellas…
flotan en tu mirada.
Y aunque
digas que no
cien por cien
veces
los cien te
amo que pronuncio al día…
de noche visitarán,
cien veces tu alma.
Qué pies proyectarán
mi camino.
Qué dedos
surcarán mis deseos.
Qué labios,
beberán los míos.
¿Quién, de
nuevo,
en dulce denuedo
me hará su capullo?
Quise,
realmente quise
que fueran -amor-
solo los
tuyos.
.
.
.
P-Car
Paty Carvajal-Chile
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Imagen: de Internet
De mi
reciente -y muy sensible- antología de poemas:
“El poder de
escuchar nuestro corazón”
