domingo, octubre 02, 2022

Perder para ganar

 

En un día sin sol ni luna

de un mes sin calor ni frío

de un anuario sin enumerar

existió la elipsis de una hora sin tiempo

en que todo… ¡todo lo perdí!

 

Lo que poseía, lo que celaba,

lo que había cultivado,

lo que ambicionaba.

Creí que moriría,

¡y morí!

 

Lo que jamás antes hubiese previsto

es que luego de un túnel oscuro

volví a nacer: desvalijada, albina,

sencilla, espiritual, liviana, libre.

¡Consciente!

 

Sin ambiciosos proyectos para el futuro

(sin ambición, sin proyectos, sin futuro)

con el único plan que vivir cada día, el día,

despertando con un enorme gracias

en el corazón y en los labios.

 

Comencé a sentirme feliz

con lo que antes me parecía escaso

pero que lo es todo.

 

En constante conexión con la abundancia.

Con mi don, con mi luz, con la infinitud.

Con el raudal diáfano de la poesía.

Con mi alma, con el amor.

 

Fue magnífico comprender que

nada malo me había sucedido,

al contrario:

Dios, el destino, el universo, todos unidos

un tesoro me habían dado.

Perder para ganar.

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P-Car



 

Paty Carvajal-Chile

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