Guíame a ese lugar que no es un lugar
sino un eterno instante de fusión.
Suave y lento, condúceme...
a la llovizna emergiendo del cuerpo
mientras todas las aves del universo
cantan, en la umbría del pecho.
Con tus dedos, con tu boca,
con tu aroma, llévame toda...
a tu sentimiento, a tu emoción,
a tu estallido, a tu elevación.
Guíame a la luz de tu suspensión
que allí mi alma, mi piel, a ti se
rendirán
para luego reposarnos en ese silencio
donde sin mirar el reloj nos gusta oír
la alegría que por nuestro amor
danza en el corazón.
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P-Car
Paty Carvajal-Chile
N°1698 – 03.09.2025
Derechos
Reservados
Propiedad
Intelectual
Protección: Safe
Creative
📷 de Internet
(ante cualquier advertencia
será retirada de inmediato)
El eterno climax poético narrado con depurados voluptuosos sensibles versos, amiga... Te felicito una vez más!!
ResponderBorrarHola Carlos, gracias amigo, por brindarme tu compañía a la bella hora de mostrar nuestro sentir. Te mando un fuerte abrazo.
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