Te he esperado...
cual beso al silencio
cual condena al indulto
cual pistilo a la primavera.
Y acuática te he contenido
muy dentro de mi azul sueño
más que el mar al cielo infinito
cuando la tormenta está por llegar.
Te he cobijado, te he calmado, te he
cantado,
te he ungido, te he ataviado, te he
nutrido.
De mi alma, te he dado del néctar más puro.
Y confieso...
que en la espera de amarnos
bajo el sol y la luna juntos
osé bautizarte mío.
He pasado pasadizos tétricos,
sin agua, sin música, sin leyenda
pero por ti, nada me ha detenido.
He divisado la muerte rondando cerca
la he mirado osada y me he ocultado...
no sin antes borrar meticulosa
las huellas de mi travesía loca.
No, no le tengo miedo
lo único que quiero evitar
contra viento y marea
es ser por ella desleída
antes de que tu corazón
sea una verdad, que por mí
pulse latidos y sangre.
.
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P-Car
Paty Carvajal-Chile
N°1647 – 05.03.2024
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El amor generalmente es espera, y ésta hija del anhelo, digo yo cada vez que frente a un café me siento filósofo. Pero lo que importa es lo que se desprende de tus versos que son los que realmente motivan un comentario. Ese tal vez es tu gran logro, la motivación que generás en quien te lee.
ResponderBorrarAmor sin vueltas. Espera sin dudas. Intensidad. Allí intuyo una búsqueda para sobrepasar dificultades no muy lejanas. Tu declaración de amor contiene fuerza, es poderosa.
A veces creemos tener la certeza en lo que analizamos al estar en presencia de versos profundos, quizás nos equivocamos, pero las distintas visiones hablan del logro poético, algo común en vos.
Con el gusto de volver a reencontrarnos, te dejo mi beso.