Un día sigue a la noche y la noche al día,
ordenados, meticulosos, ¡constantes!
Un instante pegado a otro instante
como endebles seres caminantes
abrigados por sus alas ajadas
y que por sus pies heridos
sangran esperanzas.
Entre sus pertenencias llevan
un par de monedas inútiles
ganadas con exacerbado ardor
junto a apilados recuerdos grises
y un -de tan leído ilegible-
verso de amor.
Me sumo a la procesión
con la fe de encontrar
un sedativo norte.
Al firmamento nada cuestiono:
rezo y a la columna me sumo.
Es ella, es él, eres tú, soy yo.
Incontables, somos muchos.
Y si al terminar no hay nada:
no brilla un sol o una estrella,
no se oye una celestial melodía,
ni nos hidrata una gota de agua…
y nos traga el bostezo del olvido
hemos de agradecer que al menos
habremos desaparecido hermanados
por una inspirada cósmica causa.
Y muy superior al horror del vacío
y a la infinita soledad del exilio
quedará por doquier teñido
el casto silencio del dolor
y el honor de la sangre…
e infinita permanecerá danzante
la inmaculada sombra del alma
que virtuosa examinó y buscó
en el largo camino recorrido
de la frágil existencia
¡un elevado sentido!
.
.
.
P-Car
ordenados, meticulosos, ¡constantes!
Un instante pegado a otro instante
como endebles seres caminantes
abrigados por sus alas ajadas
y que por sus pies heridos
sangran esperanzas.
Entre sus pertenencias llevan
un par de monedas inútiles
ganadas con exacerbado ardor
junto a apilados recuerdos grises
y un -de tan leído ilegible-
verso de amor.
Me sumo a la procesión
con la fe de encontrar
un sedativo norte.
Al firmamento nada cuestiono:
rezo y a la columna me sumo.
Es ella, es él, eres tú, soy yo.
Incontables, somos muchos.
Y si al terminar no hay nada:
no brilla un sol o una estrella,
no se oye una celestial melodía,
ni nos hidrata una gota de agua…
y nos traga el bostezo del olvido
hemos de agradecer que al menos
habremos desaparecido hermanados
por una inspirada cósmica causa.
Y muy superior al horror del vacío
y a la infinita soledad del exilio
quedará por doquier teñido
el casto silencio del dolor
y el honor de la sangre…
e infinita permanecerá danzante
la inmaculada sombra del alma
que virtuosa examinó y buscó
en el largo camino recorrido
de la frágil existencia
¡un elevado sentido!
.
.
.
P-Car
Paty
Carvajal-Chile
Derechos Reservados
Propiedad Intelectual
Imagen: de Internet
Derechos Reservados
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Imagen: de Internet
Pienso y creo que, a ese día y a esa noche, siempre les quedará la poesía para que las almas de los poetas vivan y se embriaguen de esos momentos maravillosos.
ResponderBorrarUn abrazo y feliz fin de semana.
Hola amigo, así es, todos debieran ser poetas, el mundo sería un lugar más amable y la vida, un caminar más compasivo. Gracias por tu linda compañía.
BorrarAbrazo grande para ti.
A si es, necesitamos ese elevado sentido para reafirmarnos en el camino, esa necesidad de comprender y buscar, pero también de aceptar y desear y en ese alma, lo nuestra, la de cada uno está la fe necesaria para conseguirlo.
ResponderBorrarUn poema hermoso reflexivo amiga.
Un abrazo grandote, feliz Samaná.
Hola Agapxis, tienes mucha razón amigo, necesitamos buscar un motivo que de más consistencia a nuestra vida y más sentido a todo lo que en ella vivimos. Gracias por tu compañía y por aportar así a lo expresado.
BorrarUn fuerte abrazo.
"de la frágil existencia, muy cierto muchas la pluma nos sostiene, precioso amiga, un beso grande desde mi brillo del mar
ResponderBorrarHola Beatriz, ciertamente nuestro cuerpo es sensible a muchos eventos que lo pueden hacer sucumbir, nuestra fortaleza está en el alma y todo aquello que produce nuestro actuar, incluidas las palabras habladas y escritas. Somos energía que transforma y trasciende.
BorrarBesos para ti querida amiga.