Silencio, envuélveme
silencio, ampárame
silencio, quiéreme.
Sé que, en tu transparencia,
nada falta y nada sobra.
En ti, se besan lo vital,
lo inmune, lo mortal.
Balsámica y tibia, en ti
circula la esperanza
haciendo nidos
en mi nada.
Solo en ti, mora una niña
que contiene mi corazón
que sueña con mi sueño
que configura mi futuro.
Si tú traes sus iris
frente a mi mirada
le diré cuánto la quiero y
que deje de tener miedo.
Silencio pardo
silencio del vendaval
silencio de luna menguante
silencio catártico de mi sangre.
Oh magnífico silencio, háblame...
por un santiamén, di lo que callas.
Deja de ser lo que eres
para yo poder ser
lo que realmente soy.
Dímelo con murmullos
dímelo con versículos
dímelo con líricas
dímelo como te nazca
que yo todo lo escucharé
con los oídos del alma.
Lo eterno se funde en el instante
y siento que éste es el momento:
nunca me supe tan perdida
nunca me palpé así de frágil
nunca estuve menos instruida
y a su vez tengo la certeza
de que jamás nunca antes,
amé tanto la vida.
.
.
.
P-Car
N°1664 - 26.06.2024
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