Siempre que hondo
me miraste
imaginaba una
última mirada.
Siempre que recorrí
tu cuerpo
simulaba una
última caricia.
Cual
subterfugio para sentir menos dolor
cuando
realmente sucedieran las últimas.
Porque el fin,
inevitable llegaría...
bien lo supo
mi bucólico corazón
al susurrar tú
que me amabas.
Lo que no supe,
solitaria,
es que
saldría así, cenicienta,
por las luengas
avenidas plomas
a vestirme de
lluvias, grises de ebrias.
Y camuflada
de infinita tristeza,
eterna soñaría,
estar en tu alma:
Coherente, real,
mansa...
nativa, húmeda
de ansia.
Como siempre
la inaugural
como jamás la
postrema.
Sin huir del
desamor
o del amor sin
fin.
Sin pavor de
mí
sin pavor de
ti.
¡Real, libre,
sin miedo!
Total, como
nunca fui.
.
.
.
P-Car
Paty Carvajal-Chile
N°1429 - 24.11.2022
Derechos
Reservados
Propiedad
Intelectual
Protección: Safe
Creative
📷 de Internet
(ante cualquier advertencia
será retirada de inmediato)