Ahora que te has marchado...
siendo tú más tuyo, que yo mía.
Ahora que, sin ojos, sin oídos, sin tacto,
te siento más, que en aquel ido paraíso.
Ahora que mi muñeca es carmín
y mi sangre, cacería de vampiros.
Que las cruces son mis socias
no obstante haberlas trizado.
Ahora que el sentido del mundo
en el hastío nos ha desamparado
y el osario en mi cuerpo, colapsa.
Hoy, a mitad de este caos silencioso
azorada de nada, cautelosa te
intuyo
en los ángulos donde la abulia y el reloj
oportunos y justos, se tumban.
En este presente sin sol ni luna...
en que desaprendí de cómo salvarte
del odio, del olvido, de la muerte...
yo, con la potestad que me da ser yo
-nunca, cualquier curvatura vana-
te extraigo, te abrevio y te cuido
en el único núcleo en que aun confío.
Dentro del lugar mínimo e infinito
que enaltecí para la esperanza,
tú, hoy, habitas y sucedes.
En mi poética alma
quédate quieto amor:
levita, inhala, exhala.
De sentirte, de sentirme
no dimitas ni te canses...
Por un tiempo
sin calendario
sé más yo que tú
hasta que todo pase.
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P-Car
Paty Carvajal-Chile
N°1645 – 29.02.2024
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